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En un artículo anterior te contaba la importancia de que tus colaboradores conocieran la respuesta a tres importantes preguntas para sentirse alineados con la empresa y con el equipo en el que trabajan

En el artículo de hoy te quiero contar además cómo tener un gran equipo gracias a una visión en la que quepan todos.

Y es que muchas veces la “visión, misión y valores” de una compañía les parecen demasiado incoherentes, demasiado abstractas o demasiado lejanas a los trabajadores de una organización

Por eso, el acercar la visión de la empresa a cada uno de los trabajadores, conocer los objetivos concretos que busca la organización alcanzar con su actividad, y que cada colaborador lo haga suyo puede hacer que se sientan plenamente comprometidos con la organización y orgullosos de su trabajo en ella, implicándose de tal manera que cualquiera de los trabajos que desarrollen, por pequeño que pueda parecer, lo sientan como fundamental para la consecución de los objetivos generales. 

Llegada del hombre a la Luna

A lo mejor ya conoces la famosa historia del conserje de la NASA, que estaba barriendo durante una visita del presidente John F. Kennedy a las instalaciones de la compañía en los años 60. Cuentan que el presidente estuvo preguntando a toda persona que se encontraba durante la recepción que qué hacía en la organización. No fue menos cuando se encontró al conserje en cuestión. Y este hombre que estaba barriendo en ese momento le contestó: “Bueno, señor Presidente. Mi trabajo consiste en ayudar a llevar al hombre a la luna”

Desde luego es un claro ejemplo de que un trabajador que siente que su trabajo es igual de importante que el resto puede dar lo mejor de si mismo. 

También hay otra historia, esta un poco menos conocida, más antigua, pero con la misma cualidad de abrir los ojos: corría el siglo XVIII, después del gran incendio de Londres en 1666 y tiene como protagonistas al arquitecto de la reconstrucción de la Catedral de San Pablo en Londres, Sir Christopher Wren y a varios canteros de su cuadrilla. 

Catedral San Pablo de Londres

Cuentan que un día estaba este prestigioso arquitecto paseando de incógnito por las obras y que preguntó a 3 canteros que se encontró lo que hacían en la obra. Ante esta pregunta uno le contestó que “tallar una piedra”, otro le contestó “me estoy ganando 5 chelines dos veces al día” y por último otro cantero le contestó: “Estoy ayudando al Sr. Christopher Wren a construir una bonita catedral”

Alguien con una clara visión de lo que hace puede sentirse identificado y hacer esa visión suya, es lo que a veces se llama “ponerse la camiseta” por la empresa, en este caso la empresa era la construcción de la catedral. 

Desde luego no puedo afirmar que ninguna de estas dos historias sean ciertas, quizá sean más leyenda que otra cosa, pero desde luego sirven para saber cómo tener un gran equipo gracias a una visión en la que quepan todos, siendo consciente de que no importa lo pequeño que sea el cometido de cualquiera de tus colaboradores dentro del equipo. Permíteles sentir y formar parte de la misión de la compañía. 

Sin duda solamente alguien con la actitud de Guerrero puede decidir tener este enfoque logrando que con ello que sucedan avances increíbles en su equipo. 

Ahora te toca a ti: ¿qué te han parecido estas dos historias?, ¿las conocías?, ¿qué vas a hacer hoy diferente que te ayude a acercarles la visión del equipo a tus colaboradores?. 

Me encantará leerte en comentarios.

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