Seguro que conoces la frase de Peter Drucker qué dice que “la cultura se come a la estrategia para desayunar» y es que puedes tener muy buenas estrategias para que tu empresa prospere pero si estas son incompatibles con la cultura de la organización, la cultura gana, por eso hoy te acerco 4 comportamientos que como gran líder tienes que provocar.
Pero, ¿qué es la cultura de una empresa?
Pues en teoría tenemos una: la visión, misión y valores organizacionales son los que dan estructura a la cultura empresarial; el problema es que muchas veces tenemos una cultura sobre el papel, para la que creamos estrategias sobre el papel super efectivas, pero cuando las llevamos a la práctica se chocan de lleno con la cultura real de la empresa.
Y es que la cultura real de la empresa son los valores, creencias y comportamientos reales del día a día que nos hacen ser la empresa que somos hoy.
Así que tenemos dos opciones: o convertirnos en líderes guerreros que defiendan la cultura de la empresa (esa que pusimos sobre el papel y que es en realidad lo que queremos conseguir) para hacer que las estrategias diseñadas funcionen o bien dejarnos llevar, cual víctimas y avestruces, por el día a día, por el “no me hacen caso”, “es imposible”; manteniéndonos en la lucha constante para que esa estrategia que no tiene una base sólida funcione.
Y ¿qué acciones puedes realizar para defenderla?
#1 Conviértete en su espejo:
Para empezar ser el primero en vivir, respetar y trabajar desde la cultura (la escrita) de la empresa. Si al hacerlo te das cuenta que lo escrito no se puede sostener haz los cambios necesarios que estén en tu mano o proponlo con argumentos sólidos. Si como directivo no vives la visión, la misión y los valores de la organización como propios, difícilmente trabajarás con integridad por alcanzar la misión marcada.
#2 Fomenta la vulnerabilidad:
Siempre es preferible cosechar un error del que humildemente puedas aprender, que cosechar un logro que te vuelva arrogante. Siempre que realizas una acción pueden suceder dos cosas: que salga bien o que aprendas cómo acercarte mejor a que la siguiente ocasión salga bien.
Por eso: si en tu día a día observas que no estás siguiendo la cultura de la empresa, muéstrate vulnerable y humilde de reconocerlo con tu equipo para que vean que tú también estás trabajando por defender la cultura de la empresa, aunque no salga a la primera.
Este gesto puede suponer la diferencia entre que exista o no:
- El reconocimiento de errores por parte de tus colaboradores.
- La normalidad de levantar la mano y pedir ayuda abiertamente.
Y todo ello sin miedo al despido, la humillación o al castigo.
#3 Confía en tus colaboradores y rétalos:
No te pido fe ciega, seamos realistas, para confiar en alguien y apostar por él lo tienes que conocer bien y saber si el trabajo que está desempeñando es eficiente para cumplir la visión, misión y valores de la organización.
Y aquí has de ponerte de nuevo tú el primero a ser confiable, ¿qué crees que sucederá si tu no eres el primero en abrirse?, ¿de qué manera les puedes conocer si ellos no te conocen a ti?; y aquí hay una cosa que quiero dejar clara: no pretendo que te conviertas en su mejor amigo, ese no es el fin, no (aunque puede ocurrir que se convierta en una consecuencia). El fin es que trabajes con la transparencia, integridad y coherencia necesarias para que tu equipo confíe en ti y te permita conocerles de verdad.
Una vez conozcas a cada uno de tus colaboradores de verdad serás capaz de asignarles las funciones que mejor se ajusten a ellos y que les reten, y con las que se vean capaces de cumplir la cultura de la organización.
#4 Aprovecha el potencial del feedback o retroalimentación:
Pide y da feedback. Utilízalo como la mejor estrategia de perfeccionamiento de cualquier actividad preguntándote: qué ha funcionado, qué no ha funcionado y qué se puede mejorar, y a partir de ahí decidir qué has de mantener, qué has de dejar de hacer y qué has de empezar a hacer como sustituto a eso que dejas de hacer. Si quieres repasar en este otro artículo te hablaba sobre cómo dar un buen feedback 😉.
Seamos realistas, parece más cómodo dejarnos llevar por lo que sucede en el entorno y echarle la culpa a los demás. Ponernos nosotros los primeros y abrir camino puede parecer más doloroso a corto plazo, pero desde luego es lo mejor que puedes hacer a largo plazo para evitar despidos o fracasos empresariales.
Ahora te toca a ti: ¿piensas que en el caso de tu organización, la cultura se está comiendo a la estrategia?, ¿cuál de los 4 comportamientos ya conocías y aplicas?, ¿cuál añadirías para defender la cultura?.
Me encantará leerte en comentarios.